La OCU lo confirma: estos son los peores snacks del mercado
La OCU ha analizado hasta 331 aperitivos de supermercado
Más de la mitad de los snacks analizados son considerados una mala elección
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Los snacks son un elemento esencial en cualquier hogar. No importa si es una tarde de películas, una reunión familiar o simplemente un momento de descanso, estos aperitivos rápidos y convenientes siempre parecen estar al alcance de la mano. Ya sea que estemos disfrutando de unas patatas fritas crujientes, unos nachos con salsas o unos chips con sabor a queso, los snacks han conquistado nuestras despensas. Y, en esta época en la que muchos están disfrutando de unas merecidas vacaciones, los snacks se convierten en un acompañamiento constante en los momentos de ocio. Sin embargo, no todos los aperitivos son iguales, y algunos pueden ser una elección desafortunada para nuestra salud tal y como informa la OCU.
En la actualidad, el mercado de los snacks ofrece una amplia variedad de productos que van desde los más tradicionales, como las patatas fritas, hasta opciones más «saludables» como los chips vegetales o los nachos ecológicos. Pero, a pesar de esta diversidad, hay una preocupación creciente sobre el impacto de estos productos en nuestra salud. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha llevado a cabo un extenso estudio en el que se han analizado 331 aperitivos de supermercado. El resultado ha sido alarmante: más de la mitad de estos productos son considerados una mala o muy mala elección desde un punto de vista nutricional. Este estudio ha revelado que la mayoría de los snacks analizados contienen niveles alarmantemente altos de grasas y sal, además de ser extremadamente calóricos. Conozcamos entonces qué más ha revelado este análisis de la OCU y cuáles son los peores snacks de supermercado.
La OCU analiza los snacks de supermercado
La OCU ha analizado detenidamente la lista de ingredientes y la composición nutricional de los snacks, sometiéndolos a su escala saludable. Esta herramienta no sólo valora la cantidad de grasas, sal y calorías presentes en el alimento, sino también los aditivos empleados y el grado de procesamiento al que han sido sometidos. El resultado ha sido claro: muchos de los snacks que consumimos regularmente no solo no son beneficiosos para nuestra salud, sino que pueden ser perjudiciales si se consumen en exceso.
En su estudio, la OCU ha puesto bajo la lupa a los snacks más comunes del mercado: patatas lisas, patatas onduladas, chips, nachos y otros aperitivos similares. La variedad de productos analizados fue extensa, abarcando tanto snacks con sabores añadidos como aquellos más simples. El hallazgo más preocupante del análisis fue que más de la mitad de los productos estudiados tienen un perfil nutricional deficiente. En otras palabras, consumir estos snacks de forma regular podría estar afectando negativamente nuestra salud.
Uno de los principales problemas encontrados en los snacks es su elevado contenido en grasas. De media, más del 50% de las calorías de estos productos provienen de las grasas, con algunos snacks que alcanzan hasta el 44% de su peso total en grasas. Aunque muchas de las grasas empleadas son de buena calidad, como el aceite de oliva o de girasol, la cantidad sigue siendo excesiva para el consumo habitual. En un entorno donde la obesidad y las enfermedades cardiovasculares son una preocupación creciente, esta cantidad de grasa puede ser un factor determinante en la salud de los consumidores.
Además de las grasas, la sal es otro ingrediente en exceso en muchos de estos snacks. El estudio reveló que algunos productos contienen hasta un 4% de sal, una cifra que supera con creces las recomendaciones diarias de consumo de sodio. Este exceso de sal no solo puede causar problemas de hipertensión, sino que también puede desatar otros problemas de salud a largo plazo, como enfermedades renales. A pesar de que la sal realza el sabor de estos aperitivos, su consumo en grandes cantidades debe ser moderado.
Los peores snacks según la OCU
Dentro del estudio de la OCU, algunos snacks se destacaron negativamente por su pésima calidad nutricional. Entre los peores productos se encuentran varias marcas de patatas fritas y chips que, aunque populares, son opciones desaconsejadas desde el punto de vista de la salud.
Uno de los ejemplos más notables es el de las patatas paja, que fueron señaladas como el snack más calórico del mercado, con 597 kcal por cada 100 gramos. Esto significa que una pequeña ración de este producto puede representar más del 10% del requerimiento calórico diario de un adulto promedio. Además de ser altamente calóricas, estas patatas contienen un 44% de grasas, lo que las convierte en una opción muy poco saludable para el consumo regular.
Otro grupo de productos que recibió una baja puntuación en la escala saludable de la OCU son los chips con sabores añadidos. Estos snacks no sólo tienen un alto contenido en grasas y sal, sino que también contienen numerosos aditivos, algunos de los cuales han sido objeto de preocupación por parte de la Comisión Europea. Entre ellos, se encuentran los aromas de humo, que han sido vinculados a posibles problemas de genotoxicidad. La OCU identificó 16 productos que contenían estos aromas, lo que llevó a la organización a recomendar a los consumidores evitar su consumo hasta que sean retirados del mercado.
Los peligros de los aditivos y ultraprocesados
Otro aspecto preocupante revelado por el estudio de la OCU es el uso de aditivos y productos ultraprocesados en muchos de los snacks. Los chips que son elaborados a partir de masas de fécula de patata o de otros almidones suelen tener una gran cantidad de aditivos para mejorar su sabor y textura. En algunos casos, se han encontrado hasta 11 aditivos diferentes en un solo producto. Aunque estos ingredientes están permitidos por las autoridades reguladoras, la OCU sugiere reducir al máximo su consumo, ya que su impacto en la salud a largo plazo aún no se conoce con certeza.
El grado de procesamiento de estos productos también es una preocupación. Los alimentos ultraprocesados suelen perder gran parte de sus nutrientes originales y están cargados de ingredientes artificiales que pueden afectar negativamente nuestro organismo. Aunque son convenientes y tienen una larga vida útil, su consumo regular puede contribuir al desarrollo de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes y problemas cardiovasculares.
Las mejores opciones para un consumo ocasional
No todo son malas noticias. El estudio de la OCU también encontró algunos productos que pueden ser una buena elección para quienes buscan snacks más saludables. Entre ellos, destacan los nachos de trigo sarraceno de la marca ‘Sol Natural’, que obtuvieron una puntuación de 87 en la escala saludable. Estos nachos se caracterizan por tener un bajo contenido en grasas (8,1%) y sal (0,4%), además de estar libres de aditivos y ultraprocesados.
Otro producto bien valorado son las patatas fritas sin sal añadida de la marca ‘Veritas’. Aunque contienen un 33% de grasas, su bajo contenido en sal y la ausencia de aditivos las convierten en una opción aceptable para un consumo ocasional. De igual manera, los nachos de legumbres y las frititas de la marca ‘Hispalana’ recibieron una puntuación decente, siendo recomendados por la OCU como alternativas moderadamente saludables.